¿Te has preguntado por qué los demás tienen la impresión de que no haces nada en todo el día o incluso que tienes tiempo de sobra cuando en realidad haces tanto?

La respuesta es que gran parte de ese trabajo que haces es invisible… ¡Hasta para ti!

Permíteme explicarme.

Emprender puede ser emocionante y abrumador al mismo tiempo, especialmente para las mujeres que tienen múltiples responsabilidades y no saben dónde enfocar su tiempo. 

Establecer límites efectivos es esencial si te sientes abrumada por la cantidad de tareas y proyectos que tienes que abordar al mismo tiempo. Poner límites es clave para tu éxito y la integración de tus esferas de prioridad. 

No, no te pasa solo a ti. Muchas de nosotras sentimos esa misma sensación de culpa y remordimiento cada vez que siquiera pensamos en tomarnos un rato a solas para ir a un café con una amiga, perdernos en las páginas de un libro fascinante o regalarnos un merecido facial.

Pero eso termina aquí porque no hay ninguna razón válida por la que no puedas tomarte ese tiempo sin sentirte culpable.

Sigue leyendo y vente conmigo para romper cuatro creencias que te están impidiendo regalarte tiempo solo para ti:

Una cosa es la teoría y otra muy diferente es la práctica.

La teoría dice que debes priorizar tu autocuidado, que tu bienestar es fundamental para elevar tu productividad y que sin descansos frecuentes alcanzar tus metas equivale a desgastarte física y mentalmente.

Todo eso está muy bien… pero te estarás preguntando, ¿cómo le digo a mi pareja o a mi jefe (¡o a mi mamá!) que quiero y necesito tiempo para leer, meditar o pintar cuando la expectativa es que me haga cargo de procesar órdenes de compra, de llevar a los niños a la clase de música y que la casa esté impecable 24/7?